Este Domingo celebrábamos el 60 cumpleaños de la abuela paterna de mi bebe viajera, para ello le hicimos creer que ninguno podíamos quedar ese día por tener otros compromisos. Al final nos encontró a todos en el restaurante esperándola. El restaurante elegido fue "Miami Can Pons" en San Carles de la Rapita, situado frente al mar Mediterraneo, con unas vistas preciosas de la Punta de La Banya, en el Delta del Ebro. Nuestra intención era ir antes y pasear por la playa disfrutando de dicho horizonte pero debido a problemas tecnicos con la sillita del coche, nos entretuvimos y llegamos a la 13h después de 1h de trayecto.
Para comer hicimos el menú degustación de unos 45 euros, que consistía en diferentes pica-picas pequeñitos como gambas, calamares, buñuelos de bacalao, una degustación de ahumados, etc... Después un platito de paella con galera, aprovechando que era la Fiesta de la Galera, seguido del pescado del día. De postre, aparte del pastel de cumpleaños tuvimos diferentes opciones ( Yo comí sorbete de mandarina para bajar toda la comida). Yo no soy muy de pescado o marisco, en realidad me gustan 2 o 3 pero a quien le guste disfruta mucho con el menú.
Bueno, a lo que interesa, mi bebé viajera. Durante el viaje de ida se durmió todo el tiempo, ya que acababa de comer. Una vez allí y antes de llegar al restaurante, hicimos fotos en familia. Cuando ya estábamos sentados en la mesa le llegó la hora de comer, abrimos el termo y sorpresa!! La papilla estaba fría. Le pedimos al camarero si nos lo podía calentar y cuando volvió no solo nos trajo la papilla caliente sino que nos habían limpiado el termo, detalle que es de agradecer. La verdad que el personal muy amable y estuvo muy atento con la peque, una camarera incluso le estuvo haciendo monerías para que abriera la boca para comer. Al final se ofrecieron a llevarse el babero y la cuchara para limpiarlos.
Para acabar el dia y ayudar a la digestión, fuimos a dar un paseo por una pasarela, que se adentraba en el agua y un parque donde mi bebé viajera se subió por primera vez en un columpio, estaba encantada jugando con su prima. Le dimos un potito de frutas para merendar y después de tomar un refresco, en un chiringuito local, volvimos para casa. El viaje de vuelta no fue tan tranquilo como el de ida, hemos descubierto que viajar a oscuras no le gusta y estuve todo el viaje poniéndole vídeos Disney (le encantan como a la madre) desde el móvil.
Besitos
Mimi
