El domingo nos levantamos relativamente temprano y desayunamos en la cama galletas que mama y bebé prepararon juntas el dia antes. Y a la carretera!!!
Después de 1:15h aprox durante el cual mi bebé viajera aprovecho casi todo el trayecto para echarse su siesta matutina, llegamos a la zona del campo de futbol del Barça. Yo os recomiendo aparcar ya que es gratuito, hay bastante sitio y tienes muy cerca la parada del metro para desplazarte por la ciudad. Los parkings de la ciudad son muy caros. Ese dia debía haber partido porque en varias zonas no se podia pasar pero pudimos aparcar cerca de la parada del metro "Palau Reial". Mientras el papa viajero sacaba el carro, la peque se tomó su papilla de cereales y así pudimos dejar el termo de agua y el dosificador en el coche.
Sacamos 2 billetes de metro y cogimos la línea verde hasta Drassanes, la parada mas cercana al puerto. Nuestra finalidad ese dia era ir al Aquàrium y pasear por el puerto.
La verdad es que el Aquàrium barato no es pero puedes encontrar varios descuentos. La tarifa normal de Adulto es de 20 euros y en el Carrefour daban descuentos de 4 euros. Los bebes hasta 3 años no pagan y nosotros llevábamos entradas gratis que le dieron a P en el trabajo así que entramos los 3 sin pagar nada.
Aquàrium |
En 1h se puede ver todo el recinto, lo más espectacular es su túnel donde puedes ver pasar tiburones y rayas entre otros por encima tuyo. A mi bebé viajera le encantó. Se pasó el rato mirando por todos lados y cuando cambiábamos de pecera se quejaba, no quería irse.
Fuimos al bar a darle de comer y allí hay un microondas que puede usar todo el mundo. Nos llevamos su comida que preparé yo por la mañana. Ella al medio dia toma puré de verduras con carne y de postre un poco de teti. Nosotros preferimos comer en el Maremágnum que esta a poco mas de 100m. Subimos al piso de arriba y comimos en una Pizzeria que se llama Fabian. Nada del otro mundo, unas pizzas muy normalitas y un refresco, eso si el camarero muy simpático y corria para todos lados.
Después de comer entramos en varias tiendas y cuando nos cansamos volvimos al metro para ir a por el coche.
A la vuelta se nos añadió mi hermano que había ido a pasar el fin de semana a Barcelona. Paramos en la Porta de Barcelona a darle de merendar a mi bebe viajera y continuamos el camino.
El viaje de vuelta fue un horror, la peque no paró de llorar todo el camino y acabo vomitando la merienda. Hemos descubierto que no le gusta viajar a oscuras.
Habéis ido a Barcelona alguna vez?
Mimi
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