viernes, 13 de abril de 2018

Réserve Africaine de Sigean

Mi bebé viajera es una enamorada de los animales. No puede evitarlo, es ver un animal y se vuelve loca. Así que previa conspiración para liar a los abuelos, bisabuelo y papa viajero, nos embarcamos el viernes santo a visitar la Réserve Africaine de Sigean. 
Madrugamos y a las 6:30 estábamos los 6 en el coche con las maletas. Bendita sea, el día que cuando compramos el coche dijimos de poner los 2 asientos extras, podemos hacer escapadas cortas con los abuelos y el bisabuelo en el mismo coche.


Después de 2:30h de coche donde la peque no paró de dormir, paramos en La Junquera a desayunar y a vestir a mi bebé viajera. Decidimos llevarla en pijama hasta aquí para no romperle el sueño y que durmiera sus horas como cualquier otro día. Finalmente llegamos a la reserva sobre las 11h.

La reserva está en Sigean, como indica su nombre, esta en la ciudad de Sigean, en el país de vecino, Francia, más concreta mente en la Región de Occitania. Nosotros fuimos todo el rato por autopista.

Abren todos los días a las 9h y cierran entre 16:30h y 18h dependiendo de la temporada. Lo mejor es visitar su página web para saber a que hora cierran. Cuando llegamos a la puerta, hicimos cola para pagar las entradas y que nos dieran algún mapa del parque, todo ello sin bajar del coche. Las entradas nos costaron 32 euros por persona, los menores de 4 años no pagan y los jubilados pagan lo mismo que los adultos. 



La Réserve Africaine de Sigean está dividida en 2 partes:


  • La zona para recorrer en coche
  • La zona para visitar a pie




Zona en coche

Nada más pagar las entradas fuimos a hacer el recorrido en coche. Hay 8 zonas donde veras diferentes grupos de animales durante 7.5 km de trayecto.


En las tres primeras zonas podrás ver jirafas, zebras, cabras, etc... Luego vienen las dos zonas que más ilusión le hicieron a mi bebé viajera, los osos y los leones. Aquí hay que tener mucho cuidado y no bajar las ventanas del coche, ya que son animales muy peligrosos. Y las 3 últimas donde se pueden ver los gibones, el rinoceronte, las avestruces, etc... No hay ningún tipo de separación entre los animales y el coche así que los ves muy cerca. 


Al lado del aparcamiento nos encontramos una zona de picnic, donde aprovechando que era la 13h nos paramos a comer unos bocadillos que habíamos comprado en la Junquera. Hay muchas mesas de piedra donde poder sentarte y comer lo que hayas traído o un poquito más adentro hay la zona de restauración.

 Zona a pie

En esta zona puedes pasear viendo los diferentes animales, si vas a la zona del lago veras los flamencos y al principio la zona de jirafas.


El recorrido es muy fàcil de hacer. Nosotros llevamos el carro por si acaso y ella iba subiendo y bajando para estar más cerca de los animales. Al final de todo estaba el Llano africano.


Por último pasamos un ratito en la parte de las cabritas. Aquí entramos mi bebé viajera y yo y pudimos tocar y dar de comer a las cabras. Lo que nos costó sacar a la niña de allí. No quería irse!!


Al acabar el recorrido a pie decidimos volver a pasar por la zona de osos y leones. Esta vez los leones estaban al lado del camino y pudimos verlos muy bien y a escasos centímetros de nosotros. Da un poco de yuyu saber que estas tan cerca de un animal peligroso.

Salimos sobre las 17:30 así que perfectamente podéis tardar todo el día en ver la reserva. Al salir nos fuimos a Mirepoix, el pueblo de la infancia de mi madre y donde pasaríamos las próximas 2 noches en la casa familiar. 

              Mimi

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